Nueva York — la ciudad de los sueños

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Así fue, así me sentí, igual que la canción cantada por Liza Minelli en la película New York New York y que alcanzó la fama gracias a la versión de Frank Sinatra:

I wanna wake up in a city that doesn’t sleep. I want to be a part of it…New York, New York! 😉

Nueva York tiene el poder de ser intensamente amada o infinitamente odiada. Hay personas que opinan que es una ciudad repleta de ruido, falsedad y apariencia mientras que otros sienten que es el paraíso de los sueños. Sea como fuere, es Nueva York y siempre sorprende de una manera u otra.

Mis dos visitas por la capital económica y cultural del mundo fueron bastante intensas. Su ritmo se contagia y el corazón bombea de manera enérgica. Algunas de las joyas que ofrece Nueva York pueden ser, por ejemplo, pasear por Times Square (con sus miles de luces y paneles publicitarios cuya historia es bastante reciente puesto que, hasta finales de los 90 la zona era sinónimo de drogas y delincuencia), realizar un picnic en Central Park (el parque urbano más grande de Nueva York y uno de los más grandes del mundo), ojear los escaparates del la Quinta Avenida (también llamada la calle de los millonarios), sentirse un broker de Wall Street (es la calle principal del distrito financiero de Nueva York), recorrer de un lado a otro el Puente de Brooklyn (uno de los puentes más famosos del mundo y el más largo de su época), contratar un crucero alrededor de Manhattan, tomarse un café en la Grand Central Terminal (es una de las joyas arquitectónicas de Nueva York), visitar el barrio de Soho (se caracteriza por lofs de hierro fundido, anticuarios, locales de moda y galerías de arte), Chinatown que fue creado para defenderse del racismo y para proteger sus derechos o la pequeña Little Italy reducida a pocas calles pero ofreciendo una carta buena en sus típicos restaurantes italianos repletos de estilo.

Otras opciones para completar el día podría ser adentrarte en el Museo de Historia Natural (ha encabezado los rankings de los mejores museos de ciencias del mundo y su exposición está considerada la más amplia del mundo) o el Museo Metropolitano (el segundo museo más visitado del mundo seguido del Louvre). Visitar la Estatua de la Libertad (es el símbolo más famoso de Nueva York) y algunos de los rascacielos más emblemáticos hacen que la visita por Nueva York quede prácticamente completada…

I want to wake up in a city that never sleeps
and find I am king of the hill top of the heap.

It is up to you….New york..New yorrrkkk 😀

Filadelfia

Filadelfia

¡Philadelphia! ¡Philandelphiaaa! Ay ay ay, ¡qué inmensidad de recuerdos! 😀

A pesar de no ser una de las protagonistas de la película de Philadelphia, junto a Tom Hanks como compañero de reparto, os puedo garantizar que disfruté de mi visita acompañada de la magia que refleja cualquier cuento de Disney.

Tiene la fama de ser una de las ciudades más animadas de EEUU y por lo que vieron mis ojos, doy fe de ello.

Al ser la quinta ciudad más poblada de Norteamérica dispone de un ambiente, medios e infraestructura que la convierten en uno de los destinos americanos por excelencia.

Visitar la casa de Benjamin Frankling (probablemente el habitante más famoso de Philadelphia), la casa de Betsy Ross (la diseñadora de la bandera americana), The Independence Hall (donde se firmó la independencia americana), The Library Hall (donde se encuentra la primera edición del «Origen de las especies») o el Museo de Arte de Philadelphia (conocido mundialmente por la película de Rocky) son algunas de las visitas culturales más solicitadas.

He de reconocer que, para que mi viaje resultara aún más completo, me quedó pendiente realizar un pequeño crucero por el río Delaware (el cual divide Pennsylvania de New Jersey). Queda pendiente para la próxima visita. 🙂 Si alquien se anima, ¡que me avise! 😀